OSTEOPATÍA

Cuando mi compañera me pidió escribir este texto sobre Osteopatía, me entró el pánico pero también, la seguridad y entereza, para intentar hacer de estas palabras, un texto riguroso y lo más cercano posible a la Ciencia actual.



Y es que actualmente en nuestro país, la Osteopatía, no está considerada una carrera universitaria, y no presume de esa protección en Sanidad y Educación, que sí tiene en otros países, lo que permite que cualquier persona sin conocimientos en Anatomía, Bioquímica o Fisiología, pueda adquirir mínimos conceptos sobre Osteopatía, y verse o creerse preparado o especializado para ejercerla, sin rigor alguno.

Y es que si bien, aún ausente de esa protección legal, la Osteopatía ofrece una visión muy global del cuerpo, lo que ofrece en primer lugar la posibilidad de realizar una entrevista y un diagnóstico más completo de nuestro paciente, tanto si puede ser tratado por nosotros, como si debe ser derivado a otro profesional (banderas), lo que profesionaliza aún más nuestra labor, y la diferencia de otras pseudociencias o tratamientos realizados por personas sin formación científica o sanitaria.

Profundizando en ella, la Osteopatía ejercida por el Fisioterapeuta (con formación científica, universitaria y certificada a nivel nacional e internacional), otorga una cajón de herramientas muy potente a nivel de tratamiento, ya que esta especialidad dentro de la Terapia Manual, engloba la posibilidad de tratar los tejidos del Aparato Locomotor en todas sus variantes y ubicaciones, sin excluir a otras armas de las que el Fisioterapeuta dispone.

La Osteopatía con ciencia (informe Sefitma), sugiere la posibilidad de abordaje de los tejidos blandos y articulares en cualquier parte del cuerpo, lo que nos permite a través de las movilizaciones (y no me refiero solamente, a las manipulaciones, chasquidos o crujidos, cuya evidencia es limitada en algunas patologías), el ejercicio específico o el aprovechamiento de las estructuras vasculo-nerviosas, que nos aportan la calidad al tratamiento en patologías de distinta índole como:

  • los cólicos del lactante o el desarrollo craneal en los primeros días de vida, 
  • aquellas de tipo crónicas: hernias de disco, ciática o ciatalgias, 
  • problemas articulares en hombro, codo, cadera, rodilla, la importancia de la pisada y sus cambios, 
  • los problemas de mórdida o visión sobre cefaleas y migrañas, 
  • aquellos más llamativos como los provocados por las vísceras (musculatura lisa, estructuras neurovasculares) y que vuelcan su sintomatología sobre zonas de la espalda, simulando, dolor puramente muscular o postural, sobre todo de tipo crónico o agudo de índole urgente.

Por todo ello, la Osteopatía ofrece una posibilidad interesante de tratamiento, de investigación y desarrollo, y sobre todo, de uso para los pacientes que acuden a nuestra clínica, y cuyos casos, son analizados personal y minuciosamente por nuestro especialista de CLINICA ANEL, y cuyos resultados no defraudaran.

*FUENTE: ELOY COPÉ RODRÍGUEZ. Osteópata C.O.                        


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