¿Qué es el SUELO PÉLVICO?
Actualmente, en el tratamiento del dolor músculo-esquelético
y en el trabajo diario de consulta, tanto de pacientes hombres como mujeres, la
aparición en escena de una parte de nuestro cuerpo que creemos y tomamos como
olvidada, pero que tiene un valor clínico importantísimo como son todas
las estructuras que conforman el famoso suelo pélvico (huesos,
músculos, vísceras, vasos, nervios, ligamentos, tendones), y que forman
parte dentro de la evolución de patologías como
las lumbalgias, los problemas de cadera, cefaleas y migrañas, u
otras más conocidas, como el propio embarazo.
Aquí os dejamos una serie de novedades en torno al tema, que
os pueden ilustrar sobre ello, y acercaros a este campo en expansión dentro de
la Fisioterapia.
1. ¡Nunca es normal tener pérdidas!: cuando
saltas, ríes, toses, andas. El fortalecimiento específico de los músculos
pélvicos y/o la reeducación de la vejiga pueden ayudarte.
2. ¿El trabajo el suelo pélvico se basa sólo en
Kegel?: Un músculo sano es aquel que es fuerte cuando tiene que serlo
y puede relajarse cuando no se le necesita.
Como cualquier músculo, el suelo pélvico puede debilitarse y
decondicionarse si está inactivo, sedentario o se puede tensar si estás
estresado y te resulta difícil relajarte. Ambas situaciones pueden estar
relacionadas con una pérdida de la función de la vejiga y/o del intestino.
Cuando los músculos pélvicos están débiles, fortalecerlos es una buena idea. Se
harán más fuertes con un programa bien diseñado. Si el suelo pélvico está tenso
y contraído, pero se ha olvidado de cómo relajarse, aprender a relajarse es lo
primero, y luego fortalecimiento y control.
3. La respiración es el nº1: A veces, el control
del diafragma (tu músculo respiratorio) se confunde un poco cuando intentamos
controlar el suelo pélvico.
4. Tu dolor pélvico no es por un mal alineamiento: Éstas
son viejas creencias que no están basadas en evidencia. Para que la columna
vertebral o la pelvis se «salga» de su sitio o se disloque se tendría que dar
un trauma severo. Tus músculos pueden tensarse y hacer que te sientas
«torcido». Esto es común pero no peligroso. Relajar estos músculos normaliza
esta sensación.
5. ¡No existe la postura perfecta!: La mejor
evidencia dice que la variabilidad postural es saludable. Eso significa que
moverte adquiriendo muchas posturas diferentes es bueno para ti y tu pelvis.
Por lo tanto, es seguro cuando te sientas para relajarte, te encorvas, cruzas
las piernas o te levantas. También es seguro usar tacones altos y vaqueros
ajustados si lo deseas. Solo asegúrate de tomar descansos regulares de tu
sedentarismo y mantente físicamente activo.
6. Hacer ejercicio es seguro, y es la mejor opción: El ejercicio de cualquier tipo no es necesariamente malo para tu suelo pélvico, vida sexual o zona baja de la espalda. Si descubres que ciertos movimientos o actividades agravan tus síntomas, intenta reajustarlos y relajarte, y si tiene dudas, consulta a nuestro Fisioterapeuta profesional y debidamente cualificado.
7. El famoso nervio pudendo no siempre tiene que ser la
causa de tu dolor pélvico: El nervio pudendo es culpado por muchos
dolores pélvicos persistentes, sin haber sido diagnosticado
específicamente.
El dolor pélvico es complejo y aparece a menudo cuando las
cosas se desequilibran en nuestras vidas o en momentos de grandes cambios. Por ejemplo,
está vinculado a muchas cosas como un historial de trauma, estrés,
ánimo bajo, falta de sueño, fatiga, inactividad y sobreactividad. Esto
puede llevar a cambios complejos en el sistema nervioso que hacen que nuestras
estructuras se sientan más sensibles.
8. A veces, tampoco son siempre músculos o tendones: La
fascia, o el tejido conectivo que rodea al músculo, a veces es señalado como la
causa de la rigidez, pero son muchas las estructuras que lo conforman, y todos
juegan un papel decisivo en la patología: prolapsos intestinales o vaginales,
acumulación de gases, compresión vascular o síndrome compartimentales.
9. ¿Dolor pélvico = Disfuncionalidad?: Es
posible que hayas escuchado que, una vez que hayas tenido dolor pélvico, nunca
podrás volver a tener relaciones sexuales placenteras, tener hijos, andar en
bicicleta o hacer ejercicio sin dolor. Mientras aprendes a controlar tu dolor,
algunas actividades pueden causar una molestia temporal. La clave es no
preocuparte demasiado por ello. El dolor no significa que estés causando un
daño, y los profesionales de nuestro centro formados tanto en Psicología como
Fisioterapia, pueden dar buena cuenta de ello.
10. Embarazo feliz: Algunas molestias
durante el embarazo son normales, pero no debe ser angustioso o incapacitante.
No hay evidencia de que estar embarazada o tener un parto natural sea peligroso
para la espalda o la pelvis, incluso cuando duele. El embarazo no “arruina” el
suelo pélvico, causa prolapso más tarde en tu vida o causa dolor que no desaparecerá.
Ser activa durante el embarazo es importante y protector. El ejercicio durante
el embarazo podría disminuir el riesgo de diabetes gestacional y preeclampsia,
y podría disminuir la duración del parto y el riesgo de cesárea.
Todos estos datos y muchos otros, están a tu disposición
en CLINICA
ANEL. Ya sabes, para un suelo pélvico fuerte, un embarazo feliz y muchas
más cosas, ¡te esperamos!
*FUENTE: Sandy Hilton
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